Cómo funciona la Tarifa Cero en las ciudades que ya han adoptado el transporte gratuito

La política de Arancel cero Se ha ido extendiendo como una solución innovadora para transformar el transporte público en un derecho real y accesible.

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Al eliminar el costo de los viajes, las ciudades brasileñas e internacionales están rediseñando el mapa de la movilidad urbana y sus impactos sociales.

Pero ¿cómo funciona este modelo en la práctica? ¿Quién paga la factura? ¿Es viable incluso para las grandes ciudades?

En este artículo comprenderás cómo funciona este modelo en municipios que ya adoptaron el transporte gratuito, sus efectos económicos y sociales, los desafíos estructurales y los caminos para viabilizar la propuesta a gran escala.


¿Qué significa realmente arancel cero?

Desplegar Arancel cero Va más allá de ofrecer transporte gratuito. Se trata de redefinir el concepto de movilidad urbana.

En lugar de ver el transporte como un servicio pagado, empieza a considerarse un bien público, como la educación o el saneamiento.

En la práctica, esto significa que cualquier ciudadano puede subir a un autobús u otros medios de transporte sin tener que pagar un billete.

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Sin embargo, la gratuidad no elimina los costos operativos. Lo que cambia es quién financia el sistema y cómo se sostiene a lo largo del tiempo.

Este cambio de lógica requiere más que buena voluntad política. Implica planificación financiera, gestión eficiente y escucha activa del público.

Pero ¿por qué cada vez más ciudades se arriesgan en esta dirección?

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Beneficios sociales que van más allá de la movilidad

El impacto de Arancel cero No se limita al transporte. En Maricá (RJ), por ejemplo, donde los "busitos rojos" circulan gratuitamente desde 2014, los residentes reportan una mejora en su calidad de vida.

El ahorro mensual en transporte representa hasta 12% del presupuesto de las familias de bajos ingresos.

Esta economía genera un efecto cascada: mayor acceso al mercado laboral, mayor asistencia escolar e incluso más tiempo libre.

Esto crea una mayor movilidad, conectando barrios que antes estaban aislados de la infraestructura pública de la ciudad.

La propia Confederación Nacional de Transportes (CNT) señaló, en una encuesta de 2023, que el 64% de los brasileños considera caro el transporte público y 29% ya dejaron de ir a consultas médicas por falta de dinero para el transporte.

La gratuidad, en este contexto, se convierte en una política de salud, de educación e incluso de seguridad pública.

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¿La tarifa cero es sólo para ciudades pequeñas?

Tarifa Zero

Esta es una de las preguntas más frecuentes y uno de los mayores mitos. De hecho, muchas ciudades que han implementado el modelo son pequeñas o medianas, como Caucaia (CE), con 365.000 habitantes, o Vargem Grande Paulista (SP), con menos de 50.000.

Pero hay excepciones notables. La capital de Estonia, Tallin, ofrece transporte gratuito a sus más de 400.000 residentes desde 2013.

La ciudad de Dunkerque, Francia, siguió el mismo camino en 2018, registrando un aumento de 60% en el uso del transporte y una caída en el número de automóviles en las calles.

Estos ejemplos demuestran que, con una gestión estratégica, el modelo también puede funcionar en áreas urbanas más grandes, siempre que haya una financiación consistente y una infraestructura sólida.


Financiación: ¿quién paga la factura?

Es imposible hablar de Arancel cero Sin abordar su sostenibilidad financiera. El modelo requiere recursos, y estos no surgen de la nada.

Por ello, cada ciudad construye su propia solución de financiación en función de los ingresos disponibles.

Vea a continuación una tabla con las principales fuentes:

Fuente de financiaciónCómo funciona en la práctica
Impuesto progresivo sobre la propiedadMayores impuestos sobre las propiedades que se revalorizan con una mejor movilidad
Regalías y fondos municipalesUso de los ingresos de la exploración petrolera, como en Maricá
Alianzas con empresas localesFinanciación por parte de empresas que se benefician del aumento de la circulación
Reducción de las exenciones fiscalesReajuste de incentivos para apoyar el sistema gratuito
Presupuesto público redistribuidoRecortar el gasto en áreas menos prioritarias

Maricá, por ejemplo, utiliza parte de sus regalías petroleras para mantener su sistema gratuito, con flota propia y gestión pública. El resultado ha sido un modelo estable durante más de una década.

Además, según un análisis del Instituto de Defensa del Consumidor (IDEC), las ciudades que adoptan Arancel cero También ahorran en áreas indirectas, como la salud (menos accidentes y contaminación) y la infraestructura (reducción de daños causados por el exceso de tráfico).


Desafíos estructurales y operativos

A pesar de los beneficios, no se pueden ignorar los obstáculos. Uno de los principales es la calidad del servicio.

Aumentar la demanda sin ampliar la flota ni mejorar la frecuencia puede provocar hacinamiento, retrasos y estrés para la población.

Otro desafío es la planificación urbana. Las ciudades que no integran el transporte con otros modos (metro, bicicleta, tren) pierden eficiencia.

Además, el libre acceso debe ir acompañado de campañas educativas para prevenir el vandalismo y el mal uso.

La ciudad de Paulínia (SP) suspendió temporalmente el estacionamiento gratuito en 2023 debido a actos de vandalismo y mala calidad del servicio.

Esto demuestra que el modelo requiere más que buenas intenciones: necesita inversión constante y una gestión seria.


Una analogía que ayuda a entender

Piense en el transporte público como el sistema circulatorio de una ciudad.

Transporta personas —el alma de la economía— a todos los rincones: trabajo, estudio, cultura. Si este sistema es lento, costoso o está obstruido, toda la ciudad se enferma.

A Arancel cero, en este escenario, actúa como una transfusión: un impulso vital que restaura la fluidez, el acceso y el poder a la vida urbana.

Es una decisión que transforma la ciudad en un organismo vivo, accesible, capaz de crecer de forma más justa y equilibrada.


Impacto económico directo e indirecto

Los datos también son favorables desde una perspectiva económica. Según un estudio de la Universidad Federal del ABC, cada R$1 invertido en transporte gratuito puede generar hasta R$3 en la actividad económica local.

Esto se debe a que, con más gente circulando, aumentan las ventas comerciales, se usa más el espacio público y el barrio se vuelve vibrante. La ciudad literalmente respira.

En la práctica, los comerciantes de barrios anteriormente aislados reportan un aumento en el flujo de clientes. Personas que antes no tenían forma de comunicarse con ellos ahora forman parte de la economía cotidiana.

Además, al reducir el uso del coche, las ciudades también ahorran en pavimentación, accidentes y emisiones.

El Instituto de Energía y Medio Ambiente señala que un transporte público eficiente puede reducir las emisiones de CO₂ en las ciudades hasta en 35%.


¿Qué piensa la población?

En entrevistas realizadas por el Instituto Locomotiva, el 82% de los brasileños apoyaría la Arancel cero en sus ciudades, siempre y cuando el sistema funcione con calidad.

Estos datos revelan una demanda acumulada y un deseo colectivo de ciudades más accesibles.

En Maricá, por ejemplo, además de los “rojitos”, la ciudad ofrece wifi gratis en los vehículos, aire acondicionado y puntualidad, puntos valorados por los residentes.

La gratuidad, en este caso, no viene sola: lleva consigo la promesa de dignidad y respeto.


Avances recientes en Brasil

A finales de 2024, más de 100 municipios brasileños ya habían adoptado el modelo, total o parcialmente.

Además de los ejemplos ya mencionados, como Vargem Grande Paulista y Caucaia, ciudades como Agudos (SP), Paranaguá (PR) y Volta Redonda (RJ) comenzaron a probar el transporte gratuito en líneas específicas.

São Paulo estudia ampliar el estacionamiento gratuito a los domingos y festivos para incentivar el ocio y reducir el tráfico del fin de semana.

La idea es que, poco a poco, Arancel cero dejar de ser una excepción y pasar a formar parte de la política nacional de movilidad urbana.

El Frente Nacional de Alcaldes (FNP) debate el tema con frecuencia y presiona al gobierno federal para que cree un fondo nacional de transporte gratuito. El debate sigue activo y prometedor.

Puedes seguir más detalles de estas iniciativas en Sitio web oficial de la FNP.


Conclusión: ¿Es el arancel cero el futuro?

Todo indica que sí. Arancel cero No es una panacea, pero es una de las medidas más concretas para garantizar la movilidad con justicia social.

Las ciudades que probaron el modelo e hicieron los ajustes necesarios ahora están cosechando los beneficios: mayor inclusión, mayor eficiencia y mayor ciudadanía.

Si el transporte público es un derecho ¿por qué se sigue pagando?

Al ritmo actual de expansión, es posible que dentro de unos años, el transporte público gratuito se considere tan natural como el acceso a la escuela o al Sistema Único de Salud (SUS). Un derecho garantizado, no un privilegio.


Preguntas frecuentes

1. ¿La Tarifa Cero es realmente gratuita para los ciudadanos?
Sí. Los pasajeros no pagan la tarifa, pero el servicio se mantiene con recursos públicos, alianzas o fondos municipales.

2. ¿Y qué pasa con la calidad del servicio?
Depende de la planificación. Las ciudades que ampliaron su flota y capacitaron a sus gerentes lograron mantener (o incluso mejorar) sus niveles de servicio.

3. ¿Funciona en las grandes ciudades?
Sí, con adaptaciones. El caso de Tallin (Estonia) demuestra que esto es posible en centros urbanos medianos y grandes.

4. ¿La gratuidad fomenta el uso indebido?
Puede ocurrir, pero las campañas educativas y el seguimiento ayudan a preservar el servicio y mantener un uso consciente.

5. ¿Existe riesgo de colapso financiero del sistema?
Sin planificación, existe un riesgo. Pero las ciudades con modelos sostenibles demuestran que los beneficios sociales y económicos superan la inversión.


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